“Lo que generalmente se conoce como disciplina en los colegios tradicionales no es actividad, sino inmovilidad y silencio. Eso no es disciplina, sino algo que se encona dentro del niño, despertando sentimientos de rebeldía”. (María Montessori, Creative Development of the Child Vol.2)

A menudo se opina que dentro del aula Montessori los niños pueden hacer lo que quieren, mientras que otros piensan que el aula es muy estricta.

En un aula Montessori el ambiente esta específicamente diseñado para el desarrollo del niño en todos sus ámbitos. Este entorno ofrece todas las oportunidades necesarias para que el niño desarrolle su disciplina interior. Esta disciplina viene del mismo niño, no se expone desde el exterior. El ambiente preparado ofrece al niño libertad dentro de unos límites naturales, no impuestos por el adulto.

En el aula Montessori el niño desarrolla su autocontrol con el que promueve su disciplina interior. Esto lo crea mediante la actividad, a través de la cual también se puede observar cómo el niño desarrolla su independencia y su sentido de responsabilidad.

Algunos ejemplos de estas “libertades” dentro de un aula Montessori son:

  • Los materiales Montessori son limitados; hay uno para cada uno. En este caso, el niño tiene libertad de elección, pero el ambiente establece un límite. En ocasiones el niño tendrá que esperar o coger otro material.
  • El niño tiene libertad de movimiento pero está limitado a no molestar a los demás y a no chocarse con mesas o sillas.